20100327

Duatlón de Sant Joan de les Abadesses


Primera carrera en sábado del año. La verdad es que se agradece mucho al ser la carrera a las 15, además acompañaba un día radiante y precioso con unas temperaturas cálidas para la hora de la carrera. Desde el principio me planteé ir totalmente de corto en cuanto a vestimenta. Hacía algo de aire pero sabiendo que había que correr a pie antes, me sobraría ropa por todas partes.

Por otro lado ha sido mi primer duatlón desde el 2005, entonces corrí varios de montaña como pretemporada de mountainbike. La verdad es que me enfrentaba a algo nuevo realmente. Porque antes tiraba solo en bici, ahora tiro casi más corriendo que en bici, por lo que la carrera podía planteármela de una manera más agresiva. Se trataba de distancias relativamente cortas y recién llegado de la maratón de BCN sabía que corriendo no tendría problemas.


Pues bien, tras prepararme todas las cosas, me voy para allá con el tren. Gracias al método Vasco me ahorro el calentamiento y llego más o menos una hora antes. Allí procedo a la recogida de dorsal que voy a llevar toda la temporada, tras no tener muy claro como iba el tema de la asignación de dorsal, el personal de la organización y los jueces de la federación me atienden y me informan muy amablemente además de proporcionarme facilidades. Es increible este aspecto, donde la implicación de otras federaciones deja mucho que desear.

Dejo todas las cosas en boxes, tras volverme disléxico para encontrar mi sitio lo dejo todo preparado y me voy a dar un voltio por el circuito para calentar. Buenas sensaciones, cantidad de torpe voy calentando, me pasa hasta el apuntador pero bueno, eso es algo propio de mi, en entrenos y calentamientos me pasa todo el mundo, es lo que hay. Se aproxima la hora de la salida y ultimo mi calentamiento de una media hora (esta vez sí he calentado bien). Seguidamente nos colocamos en la salida, y, me llama mucho la atención que las Féminas saliesen antes que el resto. No es por nada en concreto, simplemente estoy acostumbrado a verlas salir detrás. Por mi parte me parece muy bien ya que pueden encontrar grupos más rápidos. Me coloco bastante detrás, para saber como se va a mover la carrera y por el hecho de que siempre es más motivador salir mal y remontar, que salir bien, petar y que te pase todo el mundo. Sin nervios ni pulsómetro se aproxima la hora de la salida y se respira un ambiente muy cordial y relajado por parte de los participantes.


Dada la salida, me encuentro con pocos huecos para ganar posiciones. Empieza la subida, se estira el grupo consigo avanzar posiciones, menos de las que querría, pero es normal ya que hace meses que no entreno en pendientes y quizás pecaba en ese aspecto. Tras pasar el primer kilómetro la subida se suaviza, puedo ampliar la zancada y coger mi ritmo. Tras analizar los parciales con el cronómetro me fijo que voy al mismo ritmo que lo haría en una media maratón o una carrera de 10 km, por lo tanto no estaba dosificando en absoluto. Quedaba poco para dar la vuelta consiguiendo sostener el ritmo, aunque entonces me dolía el cuello y los hombros, pero nada grave. Pasamos el km 2.5 y damos la vuelta. Se vuelven a hacer los pequeños repechos para volver a la pendiente inicial. Ahí comienzo a sacar tiempo consiguiendo un ritmo rapidísimo que me lleva a boxes para coger ya la bici.

Realizo una transición relativamente rápida excepto en el cambio de calzado donde mis botas de trinquetes son lentas de atar e impiden calzarmelas montado en la bici. Una vez ahí, empiezo a coger ritmo. Antes de nada, comentar que la parte de bici ha sido SALVAJE, en todos los aspectos. Primero, con la idea de alcanzar un buen grupo me acerco todo lo posible a los ciclistas que tenía delante, aunque en su mayoría estaban desperdigados, habían pocos grupos enteros. Cuando consigo juntarme con un par de ciclistas, consigo hacer relevos menos con uno de ellos que se dedicaba exclusivamente a chupar rueda, de manera descarada. A éste le tuve detrás durante todo el parcial de bici. Una vez ahí empezamos a pasar gente. Llega un momento que el compañero con el que me relevaba se queda atrás y no me queda otro remedio que intentar enlazar con algún grupo que tenga delante. Eso supone un desgaste extra. Por otro lado si no apretaba y con el corredor lapa que tenía detrás no me iba comer una rosca. Al final consigo alcanzar a un grupo más o menos consolidado, de unas 6-8 corredores, y 2 féminas. Más o menos va bien la cosa hasta el punto de que solo tirabamos 3 del grupo y los demás pasaban de todo. Eso me puso furioso, sabiendo que la carrera era muy corta, hice un aviso para que el grupo se pusiera las pilas cambiando el ritmo. El grupo no responde, y pasa de todo, así que tras ello pegué un cambio de ritmo todavía más fuerte que hace romper el grupo, quedando unos 2 corredores, el lapa de siempre y yo. Aquí se consigue un grupo más productivo donde nos coge otro por detrás con el que tuvimos un buen entendimiento. Tras ver que el lapa, no hacía nada pues tomé una decisión drástica, estando yo delante dejé de pedalear hasta que se pusiera delante. Funcionó. A 1 km del final se quedó el tirando y eso me vino de perlas para bajar intensidad y dejar algo de piernas para el último tramo de running. Desde ese momento solo quedamos el lapa y yo, hasta llegar a boxes.

Una vez en boxes, el cambio es rapidísimo y consigo coger a corredores que teníamos delante. En un principio me temía que los excesos del ciclismo me pasaran factura y acabara petando. Pero no fue así. Seguí con un ritmo aceptable los 2,5 km restantes que discurrían por el anterior circuito de running. Subida, bajada y llegada a meta donde consigo adelantar algún que otro corredor, aunque llegué con buenas sensaciones, y no me sentí nada fatigado. Finalizo la carrera con una hora y cinco minutos.


No me parece mal resultado ya que iba a la aventura y al no usar pulsómetro no sabía hasta que punto forcé la máquina. Ahora tenemos la experiencia de esta carrera que nos servirá para mejorar poco a poco las que nos vayan viniendo más adelante.

Aunque tampoco es para tirar cohetes, más o menos he quedado a mitad de la clasificación, hay mucho que mejorar, el nivel es alto y no estoy a la altura de manera que habrá que trabajar a fondo.


20100307

El gran día, Marató de BCN

Llegó el gran día, con todo preparado del día anterior, solo tenía que levantarme desayundar e ir de camino hacia plaza España, que me queda a 10 minutos de metro (qué suerte jeje). Creo que estaba bastante nervioso, porque habiendo cenado algo justo (unas torradas y pasta) no tenía demasiada hambre en el desayuno, hice el esfuerzo y me lo acabé todo.

Una vez en el escenario, a parte de la enorme cantidad de gente que había media hora antes de la salida, intentamos buscar el guarda ropas sin éxito. Con el margen que tenía preferí dejar todo el material a mi madre. Faltaban 10 minutos para la salida y decidí colocarme en parrillas apenas habiendo calentado (ya empezamos mal) bueno hago lo que puedo en cuanto a estiramientos rodeado de gente e intento colocarme decentemente. Ese momento fue el más intenso del día, parecía una hora y no diez minutos, y mi cabeza no paraba de repasar las incognitas que quedaban por resolver como son las llagas que me salieron, un calzado no estrenado en competición, alimentación, dolores musculares. Con la música puesta no me di cuenta apenas de cuando se iba a dar la salida. Dentro de lo que cabe estaba bastante concentrado y mentalizado apra lo que iba a afrontar.


Apenas sin enterarme se dió la salida, desde que la dieron, hasta que salimos pasó poco más de un minuto, así que no quiero imaginarme lo que tardarían en arrancar los que estaban detrás de todo. En general salía un poco atrasado, por lo que me pasé la mayoría de Sants-Creu coberta adelantando por las aceras como buenamente pude. Desgraciadamente, el pulsometro no me leía las pulsaciones y estube peleándome con el para que funcionara, así que lo dejé contando pulsaciones sin crono ya que no tenía ningún tiempo de referencia. Una vez pasamos por Aristides Mayol la cosa se estabiliza y puedo desarrollar mi ritmo tranquilamente. A partir de ahí nos encontramos con la mayor cuesta de la competición cuando rodeamos el complejo del Barça y alcanzamos la Diagonal. Una vez ahí me desahogo un poco soltando las piernas en la ligera bajada hasta encontrar la Travesera de les Corts y avenida de Madrid.

Una vez ahí consigo un ritmo superior donde me encuentro realmente cómodo a la par que estable donde los kilómetros pasan con facilidad, gracias a los ánimos del público y la música de mis walkmans, sin darme cuenta me encontraba por el final de la avenida Meridiana, 1 kilometro antes del ecuador de la competición. Tras ello remonto la última cuesta si se puede decir así de la carrera, quedando solo la parte final de paral·lel. Se da el giro por las balizas y en menos de un km alcanzo los 21.195m, es decir la media maratón.

Ahora es entonces donde empieza la carrera de verdad. Muchas de las competiciones que he hecho acababan esa distancia, ahora solo consiste en hacer el doble de la misma. Como siempre es más difícil de hacerlo que decirlo. En ese momento lo tenía muy claro pero nada más lejos de la realidad, 2 kms más tarde de pasar por la mitad, empiezo a sentir frio, mis pulsaciones bajan ligeramente, me empieza a pesar la cabeza y ligero adormecimiento. Sensaciones que viví en los compases finales de la media maratón de Gavá.

Ésta vez, era diferente, me encontraba en el tramo de la Gran Vía, sosteniendo un ritmo que sabría que no duraría mucho tiempo. A los 5 minutos mi ritmo empezó a bajar bajando por la calle Bac de Roda, mentalmente me estaba viniendo abajo y no sabía que hacer, entonces ya estaba en a la altura de la avenida Diagonal dirección las Glorias. Entonces es cuando encontré el primer avituallamiento con alimentación sólida, paré unos 5 segundos a coger la botella, dos medios platanos y con la otra mano un buen puñado de frutos secos. En ese momento pensé que la pájara era demasiado grande y no solucionaría nada, pero tuve un golpe de suerte y mi cuerpo respondió positivamente ante tal cantidad de calorías. Recuperé mi ritmo de carrera pulsaciones y calor corporal, olvidando los 2 kms pasados, pero no el alimentarse completamente en cada avituallamiento que encontrara, ya que lo que me había pasado podía volver a pasar con mucha facilidad. Una vez ido y vuelto de las glorias empezabamos a seguir el mismo trazado de la santsilvestre de barcelona del pasado año. Reseguimos el paseo marítimo, estació de França y parc de la Ciutadella, donde empezaba a haber mucha gente animando y un ambiente de carrera que no había tenido nunca.

Tras ello empezaba con otra etapa personal en la carrera, que era la llegada de dolores musculares en la pantorrilla. Faltaba por ver hasta que punto me perjudicarían, pero en general no me ocasionaron demasiados problemas. A partir de la Plaza Catalunya, bajando por Portal del Ángel, a primera vista parece que alimentarme al máximo me servía para sortear los problemas de resistencia que aparentaba tener, aunque a partir de ahí la carrera se me hace más pesada, lenta y cansina. Bajado la rambla, empieza la parte más aburrida de la carrera, que no es más que Paral·lel, avenida que me hago casi todos los días cuando salgo a entrenar. Por suerte solo dura unos pocos minutos pues enseguida cogemos por ronda Santpau hasta ronda Sant Antoni, donde la gente empezaba a subir el ritmo, para llegar pronto a meta, donde quedaban unos 2kms para culminar la carrera.


Si os digo la verdad soy un poco desastre en estas partes de la carrera. Por una parte tengo miedo en que si apreto me pegará un pajarón del 15, y por otra que me da la impresión de que aminoro el ritmo, aunque debería pensar que los demás me apretan, quizás me equivoque. Una vez veía que Plaza España estaba cerca decidí pegar un sprint espectacular que duró poco más de 100 metros, cuando faltaban unos 200, aguantando con la inercia del sprint conseguí adelantar un puñado de participantes.

Al fin lo conseguí, soy maratoniano! Estuve cuestionándome muchas veces si los más de 4 meses de entrenamientos para la maratón merecían la pena. Tras cumplirla puedo decir que SI ha merecido la pena. He disfrutado esta carrera muchísimo y he sufrido mucho menos que en otras, en comparación, con alguna de 10 km, donde lo paso fatal por las intensidades en que me muevo.

Conseguir terminar esta maratón, es algo más que terminar una carrera, es una de aquellas cosas que te propones que harás hacer una vez en tu vida... y hoy se ha cumplido, un proposito, un sueño, un reto, una ilusión, la verdad es que hoy ha sido un dia muy feliz para mi y que me siento estupendamente por este logro.

He de agradecer a mis padres, por estar ahí cuando se les necesita, a todos mis amigos que han ido expresamente a verme, a el resto de participantes donde ha habido un gran compañerismo, y sobretodo al público, porque son quienes hacen tan especial esta carrera. Se correrán muchas maratones en el mundo pero la gente coincide en que en esta es donde más y mejor ambiente hay, gente que no te conoce de nada te anima, como si fueras uno de ellos y realmente hacen que te sientas el protagonista por un día.

Todo esto no sería posible sin la colaboración de mi entrenador, su implicación y profesionalidad, han hecho que este gran reto haya sido tras el entrenamiento una meta fácil accesible y sobretodo una agradable vivencia.