Llegó el gran día, con todo preparado del día anterior, solo tenía que levantarme desayundar e ir de camino hacia plaza España, que me queda a 10 minutos de metro (qué suerte jeje). Creo que estaba bastante nervioso, porque habiendo cenado algo justo (unas torradas y pasta) no tenía demasiada hambre en el desayuno, hice el esfuerzo y me lo acabé todo.
Una vez en el escenario, a parte de la enorme cantidad de gente que había media hora antes de la salida, intentamos buscar el guarda ropas sin éxito. Con el margen que tenía preferí dejar todo el material a mi madre. Faltaban 10 minutos para la salida y decidí colocarme en parrillas apenas habiendo calentado (ya empezamos mal) bueno hago lo que puedo en cuanto a estiramientos rodeado de gente e intento colocarme decentemente. Ese momento fue el más intenso del día, parecía una hora y no diez minutos, y mi cabeza no paraba de repasar las incognitas que quedaban por resolver como son las llagas que me salieron, un calzado no estrenado en competición, alimentación, dolores musculares. Con la música puesta no me di cuenta apenas de cuando se iba a dar la salida. Dentro de lo que cabe estaba bastante concentrado y mentalizado apra lo que iba a afrontar.
Apenas sin enterarme se dió la salida, desde que la dieron, hasta que salimos pasó poco más de un minuto, así que no quiero imaginarme lo que tardarían en arrancar los que estaban detrás de todo. En general salía un poco atrasado, por lo que me pasé la mayoría de Sants-Creu coberta adelantando por las aceras como buenamente pude. Desgraciadamente, el pulsometro no me leía las pulsaciones y estube peleándome con el para que funcionara, así que lo dejé contando pulsaciones sin crono ya que no tenía ningún tiempo de referencia. Una vez pasamos por Aristides Mayol la cosa se estabiliza y puedo desarrollar mi ritmo tranquilamente. A partir de ahí nos encontramos con la mayor cuesta de la competición cuando rodeamos el complejo del Barça y alcanzamos la Diagonal. Una vez ahí me desahogo un poco soltando las piernas en la ligera bajada hasta encontrar la Travesera de les Corts y avenida de Madrid.
Una vez ahí consigo un ritmo superior donde me encuentro realmente cómodo a la par que estable donde los kilómetros pasan con facilidad, gracias a los ánimos del público y la música de mis walkmans, sin darme cuenta me encontraba por el final de la avenida Meridiana, 1 kilometro antes del ecuador de la competición. Tras ello remonto la última cuesta si se puede decir así de la carrera, quedando solo la parte final de paral·lel. Se da el giro por las balizas y en menos de un km alcanzo los 21.195m, es decir la media maratón.
Ahora es entonces donde empieza la carrera de verdad. Muchas de las competiciones que he hecho acababan esa distancia, ahora solo consiste en hacer el doble de la misma. Como siempre es más difícil de hacerlo que decirlo. En ese momento lo tenía muy claro pero nada más lejos de la realidad, 2 kms más tarde de pasar por la mitad, empiezo a sentir frio, mis pulsaciones bajan ligeramente, me empieza a pesar la cabeza y ligero adormecimiento. Sensaciones que viví en los compases finales de la media maratón de Gavá.
Ésta vez, era diferente, me encontraba en el tramo de la Gran Vía, sosteniendo un ritmo que sabría que no duraría mucho tiempo. A los 5 minutos mi ritmo empezó a bajar bajando por la calle Bac de Roda, mentalmente me estaba viniendo abajo y no sabía que hacer, entonces ya estaba en a la altura de la avenida Diagonal dirección las Glorias. Entonces es cuando encontré el primer avituallamiento con alimentación sólida, paré unos 5 segundos a coger la botella, dos medios platanos y con la otra mano un buen puñado de frutos secos. En ese momento pensé que la pájara era demasiado grande y no solucionaría nada, pero tuve un golpe de suerte y mi cuerpo respondió positivamente ante tal cantidad de calorías. Recuperé mi ritmo de carrera pulsaciones y calor corporal, olvidando los 2 kms pasados, pero no el alimentarse completamente en cada avituallamiento que encontrara, ya que lo que me había pasado podía volver a pasar con mucha facilidad. Una vez ido y vuelto de las glorias empezabamos a seguir el mismo trazado de la santsilvestre de barcelona del pasado año. Reseguimos el paseo marítimo, estació de França y parc de la Ciutadella, donde empezaba a haber mucha gente animando y un ambiente de carrera que no había tenido nunca.
Tras ello empezaba con otra etapa personal en la carrera, que era la llegada de dolores musculares en la pantorrilla. Faltaba por ver hasta que punto me perjudicarían, pero en general no me ocasionaron demasiados problemas. A partir de la Plaza Catalunya, bajando por Portal del Ángel, a primera vista parece que alimentarme al máximo me servía para sortear los problemas de resistencia que aparentaba tener, aunque a partir de ahí la carrera se me hace más pesada, lenta y cansina. Bajado la rambla, empieza la parte más aburrida de la carrera, que no es más que Paral·lel, avenida que me hago casi todos los días cuando salgo a entrenar. Por suerte solo dura unos pocos minutos pues enseguida cogemos por ronda Santpau hasta ronda Sant Antoni, donde la gente empezaba a subir el ritmo, para llegar pronto a meta, donde quedaban unos 2kms para culminar la carrera.
Si os digo la verdad soy un poco desastre en estas partes de la carrera. Por una parte tengo miedo en que si apreto me pegará un pajarón del 15, y por otra que me da la impresión de que aminoro el ritmo, aunque debería pensar que los demás me apretan, quizás me equivoque. Una vez veía que Plaza España estaba cerca decidí pegar un sprint espectacular que duró poco más de 100 metros, cuando faltaban unos 200, aguantando con la inercia del sprint conseguí adelantar un puñado de participantes.
Al fin lo conseguí, soy maratoniano! Estuve cuestionándome muchas veces si los más de 4 meses de entrenamientos para la maratón merecían la pena. Tras cumplirla puedo decir que SI ha merecido la pena. He disfrutado esta carrera muchísimo y he sufrido mucho menos que en otras, en comparación, con alguna de 10 km, donde lo paso fatal por las intensidades en que me muevo.
Conseguir terminar esta maratón, es algo más que terminar una carrera, es una de aquellas cosas que te propones que harás hacer una vez en tu vida... y hoy se ha cumplido, un proposito, un sueño, un reto, una ilusión, la verdad es que hoy ha sido un dia muy feliz para mi y que me siento estupendamente por este logro.
He de agradecer a mis padres, por estar ahí cuando se les necesita, a todos mis amigos que han ido expresamente a verme, a el resto de participantes donde ha habido un gran compañerismo, y sobretodo al público, porque son quienes hacen tan especial esta carrera. Se correrán muchas maratones en el mundo pero la gente coincide en que en esta es donde más y mejor ambiente hay, gente que no te conoce de nada te anima, como si fueras uno de ellos y realmente hacen que te sientas el protagonista por un día.
Todo esto no sería posible sin la colaboración de mi entrenador, su implicación y profesionalidad, han hecho que este gran reto haya sido tras el entrenamiento una meta fácil accesible y sobretodo una agradable vivencia.
Joerr, vaya envidia me das!!! Que ganas de haber seguido con mis entrenamientos para tambien poder decir que "soy maratoniano".
ReplyDeleteFelicidades crack. Una bonita experiencia. De esas que no olvidamos jamas.
Un abrazo. Sigue así.