Pues aquí me llega el material que pedí a finales del año pasado. La nota destacada es para las Mizuno wave rider 12, que hace que sea mi calzado no-adidas tras 5 años, veremos como funcionan, para empezar la talla 44 es más grande que la misma talla de Adidas, pero bueno, para la próxima compra ya lo sé. Cabe decir que es de lo más cómodo que he probado hasta la fecha, la amortiguación es muy amplia con lo que permite zancadas muy largas sin tener que trotar muy rápido.
La siguiente adquisición fueron unas Adidas Adizero Boston. Concebidas específicamente para alta velocidad, serán evaluadas en carreras cortas, para ver si pueden servir de cara a la maratón de Barcelona, espero que funcionen muy bien. Siendo Adidas me aseguro que tendrán ese punto de comodidad y equilibrio general en las que suele destacar así como sus acabados, sin olvidar con que objetivo están diseñadas.
Ahí van las Adidas Kanadia TR 2, zapatillas que compré para eventos como la Buff Epic Run y duatlones de montaña, que finalmente decidí no correr. Es una zapatilla bastante rápida, especialmente diseñada para terreno blando, el resultado es bastante bueno y una relación calidad-precio impecable. Para asfalto eventual son muy duras así que habrá que vigilar en alguna carrera mixta si tomo la decisión de calzarmelas. Hay un detalle que me gusta especialmente y es la aleta que tiene en el final de la suela, que evita que las piedras, bordillos y la maleza estropee el perfil de la zapatilla.
Y estas son mis queridas adidas Adistar Cushion 6. Las mejores zapatillas que he tenido. Ya estéticamente me gustaron desde el primer día que las ví por internet. Cumplen todas las premisas de adidas, son cómodas polivalentes, y los acabados no tienen nada que ver a los de otras zapatillas. No se me han descosido por nigún lado además han aguantado más de 650km de manera que estoy más que satisfecho.