Por fin llega el gran fin de semana que teníamos preparado desde febrero. Repleto de actividades y deportes de aventura que nos ha dejado unos días memorables. Empezaremos por el principio:
Sábado 27:
(previo) como calentamiento para el fin de semana hicimos una locura que solo se nos podría ocurrir a nosotros. Bañarnos en el Noguera Pallaresa de noche. A las 12 de la noche, y con la toalla justo en la orilla, nos pegamos un chapuzon de los que hacen historia, tras ello no tardamos demasiado a salir a secarnos, aunque tras salir, al hacer más calor fuera que dentro del agua, nos daba hasta cosa secarnos. Una sensación tan curiosa como recomendable. Si se hace bien no se pillan pulmonías, lo prometo.
RAFTING: Tras beber y liarla toda la noche, nos levantamos bastante finos la mañana del sábado para afrontar el rafting, tras una breve clase teórica y habernos puesto los neoprenos, nos disponemos a iniciar el itinerario, hasta que el monitor nos hace tumbar la barca, de forma voluntaria, por nuestra parte. No sabemos llevar los contrapesos. El trayecto duró una hora y un cuarto, afrontado rápidos y distintas dificultades, como chocar constantemente con otras barcas o chapuzones que nos pegamos durante las zonas tranquilas. Ha sido muy positivo y sobretodo divertido. El trabajo en el tren superior notable. Sobretodo en la espalda.
HIDROSPEED: Tras el rafting y el remonte en autocar, se acercaba la hora de esta disciplina. La cual es muy atractiva de hacer. Tras otra breve clase de manejo de la tabla, empezamos a navegar otra vez, por las aguas del Noguera Pallaresa. En mi caso y pienso que también en el de los demás, el manejo es bastante dificultoso y el esfuerzo notable. Aunque eso ya lo podriamos comprobar en el primer tercio del recorrido, donde un compañero tubo que dejarlo por problemas físicos (esguice). Pero ahí no acababa la cosa. Era el momento de los rápidos de verdad y los virajes continuados en los que ya empezaban a doler los tobillos de forzar las aletas. Ahí es como nos dimos cuenta de porque los guías iban con canoas. Empezaban a haber roces con piedras, rápidos peligrosos y piedras más grandes, ahí en uno en concreto yo me dí un leve golpe en la rodilla, que no terminó en nada serio. Esta vez 2 compañeros más quedaron tocados. Uno se llevo un golpe en la espinilla y otro tubo una rotura muscular en el cuadriceps que le incapacitó para las actividades del domingo (actualización, ahora mismo está con la pierna escayolada.).
PUENTING: que no jumping. Tras descansar un poco y comer a piñon, nos vamos a la zona de puenting, situado al norte de llavorsí. Tras esperar 2 horas cada vez más interminables llegan los organizadores y montan el chiringuito, el mismo puente de la carretera que terminabamos de pasar. A partir de ahí, ha sido agónico. Mi pánico a las alturas era cada vez más patente. Una vez cruzado la barandilla, miro a bajo , me tiro bastante mal por cierto, de manera que el arnes me dejó sin paternidad durante un tiempo.
CROSS RUNNING: Un entrenamiento fuera del lugar de entrenamiento habitual, nunca se me hizo tan divertido. Tras hacer un par de bucles sin sentido por las pistas colindantes, encuentro una pista al lado de la central hidroelectrica, que me permitió llegar por encima de esta, unos 200 m de más. La subida se hizo bastante dura, en varios tramos, he llegado a estar caminando. Siempre yendo muy cómodo, consigo subir hasta arriba un altiplano. situado a unos 200m de Llavorsí. Teniendo el tiempo justo, y sin decidir arriesgar por volver por otro lado. Decido bajar la pista ratonera en la que tras alcanzar un buen ritmo recibo una buena hostia en el tobillo que me deja bastante tocado con dificultades para incluso andar. tras unos 4 o 5 minutos voy recuperando el ritmo y regreso hacia el hotel sin problemas.
Prometo poner fotos, cuando pueda.